LA PODA EN VASO, CLAVE EN LA CALIDAD DE LOS VINOS CON DENOMINACIÓN DE ORIGEN JUMILLA
En invierno la
viña duerme y guarda energía para la primavera, una frase que resume perfectamente
la labor de poda en vaso en los viñedos de la Denominación de Origen Jumilla.
Equipados con
tijeras de grandes dimensiones los agricultores realizan la poda, una de las
actividades más significativas de la viticultura que tiene por objeto la
correcta distribución de los pulgares alrededor de la cepa con una limpieza y
precisión para evitar las yemas lactantes en la base para favorecer la
productividad.
Según fuentes
del Consejo Regulador se trata de una coreografía precisa, que determina el
destino de cada cepa asegurando la excelencia en cada cosecha. En la
Denominación de Origen Jumilla la viña no solo descansa, sino que prepara el
escenario para vinos que son tesoros únicos embotellados, capturando la
singularidad única del territorio en cada sorbo.
Hemos pulsado
la opinión de bodegueros y agricultores, sobre las labores de la poda en
Jumilla: Juan Miguel Benítez, enólogo de Bodegas Alceño nos cuenta más sobre
esta actividad agrícola: “la poda es el trabajo más importante en la formación
de la cepa. Todo va dirigido al tipo de cultivo y en el caso de Jumilla
(secano) se denomina poda en vaso donde el tronco de la viña está poco separado
de la tierra” señala Benítez.
Se trata de
una limpieza y precisión en general del viñedo para favorecer la productividad.
Pedro García
Albert, agricultor y ex presidente de Coag Jumilla, nos aporta más detalle
acerca de este proceso a la hora de cuidar los viñedos. “La poda es una
necesidad ya que se trata de la renovación de la madera en la cepa, dejando las
yemas y pulgares para obtener mejor calidad de la uva”.
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