Las calles de inundaron de vino para disfrute de cientos de jóvenes principalmente
Jumilla pone
fin a las fiestas de la Vendimia con la tradicional Gran Cabalgata del Vino,
que partía a las 6 de la tarde por su recorrido habitual: Avenida de Reyes
Católicos, Avenida de Murcia, Cánovas del Castillo, Glorieta y Avenida de
Levante para finalizar en la plaza del mercado de Abastos. Las calles de la
localidad quedaban impregnadas del néctar de la uva, que ya se empieza a
recolectarse en la Denominación de Origen Protegida Jumilla.
Todos quedaron
empapados de vino (locales y visitantes), vino por todas las partes del cuerpo.
Desde primera
hora de la mañana las plazas y zona céntricas de Jumilla se llenaron de gente
en una auténtica riada que más tarde convierte sus calles en auténticos ríos de
vino. Es como la tomatina de Buñol, pero en esta ocasión utilizando más de
80.000 litros de vino que son derramados con, botellas, sulfatadoras, pistolas
de agua (en este caso de vino) o cubos.
Al público,
en su mayoría joven, le va la marcha y la fiesta y, acuden de todos los
alrededores de Jumilla que nunca faltan a esta cita con la bacanal del vino:
Yecla, Cieza, Abarán o los municipios manchegos de Hellín, Ontur, Fuenteálamo o
Tobarra, junto al alicantino Pinoso; Se dejan de ver algunos españoles e
incluso extranjeros en esta fiesta que tiene público a favor y detractores.
Los locales
comerciales de las calle por donde transcurre la cabalgata colocan plásticos para
evitar daños en las fachadas por las manchas de vino.
Han participado unas 4.000 personas ataviadas con el traje típico de Jumilla repartidos en 20
peñas con un único mensaje al visitante o persona que acude a la fiesta: nadie
puede irse sin bañarse en vino.
Desde las
cuatro y media de la tarde, un centenar de personas entre agentes de Policía
Local, Guardia Civil, Protección Civil y servicios sanitarios formaban un
preventivo especial de seguridad, puesto en marcha por el Ayuntamiento de
Jumilla ya que la población se quintuplica durante estas fiestas y hay que
garantizar su seguridad.
La gente ya
viene preparada para la fiesta y lleva consigo, en sus vehículos, un segundo equipaje
para cambiarse una vez finaliza la Gran Cabalgata del Vino. La ropa utilizada
en la Cabalgata del Vino tiene que ser para tirar ya que queda inservible.
¡Que viva la
Gran Cabalgata del Vino de Jumilla¡, que nadie se vaya sin mojarse de vino de
la ciudad ese es el lema.
Al acabar el
desfile de carrozas, que dura más de cuatro horas, los participantes se asean
improvisadamente para así poder seguir paseando por la Feria y Fiestas de
Jumilla 2025 que concluyen este domingo día 17 de agosto, a las 20 horas, con la bajada de la patrona Nuestra Señora de
la Asunción desde la Parroquia Mayor de Santiago hasta la ermita de San Agustín
y con la actuación del grupo El Consorcio (Jardín de la Glorieta) y un
espectacular castillo de fuegos artificiales.
Al año que
viene, mas…. y mejor para una fiesta de la Vendimia que lleva años reclamando la
declaración de Fiesta de Interés Turística Nacional.
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