COAG MURCIA SOLICITARÁ AL MINISTERIO DE AGRICULTURA UN DECRETO DE SEQUÍA PARA LA REGIÓN
COAG-IR Murcia va a pedir al
Ministerio de Agricultura que ponga en marcha un Real Decreto de Sequía para la
Región de Murcia, y en su caso para otras zonas del sureste mediterráneo, al
igual que ha ocurrido en otras ocasiones frente a adversidades o catástrofes
climáticas, ya que la importancia de las consecuencias a las que,
desgraciadamente, nos enfrentamos en nuestra Región por esta sequía extrema y
prolongada en el tiempo son, cuando menos, del mismo orden de importancia. Pero
esta normativa, que debe afectar a todos los cultivos de secano, además de la
ganadería extensiva y apicultura, ha de contemplar ineludiblemente medidas de
apoyo directo a las explotaciones afectadas, que ayuden a paliar los efectos de
esta situación y permitan que, al menos, puedan subsistir y mantener su
actividad agraria. De lo contrario, nos veremos abocados a una situación sin
precedentes en las zonas de secano de nuestra Región que, unida a toda la
conocida restante problemática por la que atraviesa el sector agrario debido a
las cuestiones normativas, de costes de producción y comerciales que se han
puesto de manifiesto durante las últimas movilizaciones, puede constituir la
puntilla que venga a acabar finalmente con muchas de estas explotaciones de
secano que tamizan nuestras comarcas agrarias .
Argumenta Coag que la Región de Murcia
viene atravesando, durante los últimos años, una situación de sequía que, está
provocando un importante déficit hídrico en los suelos de nuestra Comunidad,
que va mucho más allá del que se venía produciendo como consecuencia de la
sequía “estructural” y que viene a afectar de manera más importante a los
cultivos de secano, que en nuestra región alcanzan las 193.623 Has. Así, ya en
el pasado ejercicio 2023 se arrastraba una situación de sequía, que se extendía
desde las últimas lluvias de mayo del año 2022 hasta las lluvias, torrenciales
y a destiempo, que se produjeron en junio del pasado año. Posteriormente
entramos en un nuevo periodo de falta de lluvias que prácticamente se ha
prolongado hasta las fechas actuales. Esto produjo, el pasado año,
importantísimas pérdidas de producción en todos los cultivos regionales de
secano que llegaron, en cifras medias, al 80 % en el caso del cultivo de
cereales, más del 60% en el caso de la almendra, casi a un 70% en el caso del
viñedo, o pérdidas superiores al 50% en el caso del olivar, si bien en algunas
comarcas, como el Altiplano, estas pérdidas de producción en el olivar
alcanzaron el 80%. También los cultivos de plantas aromáticas en secano vieron
reducidos su producción en más del 50%. Además, tenemos que mencionar el caso
de la ganadería extensiva (especialmente la ovina, con casi 400.000 cabezas en
la región, después de perder respecto a años precedentes más de 250.00
efectivos) en la que esta sequía prolongada ha obligado a la suplementación de
alimentación de estos animales durante más de ocho meses al año, con unos
costes inasumibles para la escasa rentabilidad de estas explotaciones; así como
el de la apicultura que ha visto mermar sus producciones también de manera muy
importante.
En el actual año agrícola hidrológico
esta situación se está reproduciendo y agravando aún más, si cabe, ya que las
lluvias caídas, como media en la Región, entre el día 1 de octubre de 2023 y el
8 de marzo de 2024, alcanzan tan sólo los 27 litros por metro cuadrado, lo que
viene a representar tan sólo el 7,76 % de la precipitación media anual
histórica en nuestra Región, que se sitúa en torno a los 349 litros por metro
cuadrado. Además, las temperaturas han sido también anormalmente elevadas lo
que ha dado como resultado que la evapotranspiración (pérdida de humedad del
suelo) que se ha producido, como media, en la Región en este periodo ha sido de
323,77 mm., mientras que la media de los últimos años para este periodo ha sido
de 286,58 mm. Así, en el cultivo de cereal de secano nos volvemos a encontrar
en la actualidad con una situación de emergencia en las siembras realizadas
mientras que, en el caso de los cultivos leñosos, muchos árboles o viñas, que
vienen muy debilitados de los años anteriores, empiezan a presentar ya una
situación muy comprometida, no tan sólo en cuanto a poder generar la cosecha a
producir en este año sino, de no producirse precipitaciones en las próximas
semanas, en cuanto a su propia supervivencia
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